Esta noticia expresa la asunción de la presidencia de Pere Aragonès teniendo el diálogo como prioridad.
Una nueva etapa con una Generalitat que ha de ser “inconformista, innovadora, transformadora, imaginativa, creativa, republicana y con visión de futuro y con el compromiso inequívoco de hacer más fácil, amable y feliz la vida de todos los ciudadanos de Catalunya…” es el
compromiso que adquirió
Pere Aragonès al tomar posesión del cargo de 132.º presidente de la Generalitat. “Personalmente lo daré todo para hacerlo posible, y con este compromiso les invito a acompañarme en la construcción de este camino hacia la Catalunya próspera, justa, verde, feminista y plenamente libre que queremos para nuestros hijos”, remachó. Una nueva etapa en la que principal prioridad será el diálogo.
La ceremonia de toma de posesión del cargo, celebrada por vez primera al aire libre, en el Pati dels Tarongers, para cumplir con las medidas derivadas de la pandemia de la covid, no tuvo nada que ver con la de su predecesor, Quim Torra. El acto recuperó parte del ritual que había seguido hasta entonces. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, leyó la resolución por la cual el Parlament le había investido y citó de pasada el decreto de nombramiento, pero evitó especificar que lo había firmado el rey Felipe VI. Aragonès, por su parte, prometió directamente el cargo, prácticamente con la misma fórmula que habían utilizado tanto el mismo Torra como Carles Puigdemont, sin ninguna referencia a la Constitución, pero avalada en su momento por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC): “Prometo cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat, de acuerdo con la voluntad popular de la ciudadanía de Catalunya representada en nuestro Parlament”. Y después Quim Torra le impuso la meda-lla de presidente de la Generalitat.
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