PUEBLO
En Svania o Svaneti viven los svanos libres, así llamados porque no han reconocido nunca el régimen feudal. Los del alto valle del Tskhenis Tskali han estado, por el contrario, sujetos a la gleba y llevan el nombre de svanos dadian, por el de una familia señorial de origen georgiano que los gobernó.
Etnia mezclada, con predominio del elemento georgiano, este pueblo ofrece un tipo étnico bien establecido. Los svanos de hoy son muy probablemente descendientes de los fugitivos mingrelios, que se establecieron en las montañas para estar al abrigo de las guerras y de la opresión de los señores.
Su número está evaluado entre 35.000 y 40.000 individuos, de ellos 23.200 fueron censados en 1993 en la región de Svaneti, el resto se reparten entre el este de la República de Abjasia y el sur de la República de Kabardino-Balkaria. El último censo (2000) muestra la caída de la población svana a un total de 15.000 hablantes.
Torres de Svaneti en el pueblo de Chazhashi.
TERRITORIO
Svania es una remota región del oeste de la República de Georgia, situada en las cuencas superiores de los ríos Inguri y Tskhenis Tskali, río costero el primero y afluente derecho del Rioni el segundo. Ocupando el alto valle del Inguri, Svania está claramente delimitada: al norte por la porción del Cáucaso; al sur por la cordillera llamada montes Svanetskiy, que corre paralelamente al Cáucaso; al este por el Naksagar, espolón de la gran cordillera caucásica; y al oeste por el Shtavler Utur. Las montañas que rodean Svania se elevan a una altura superior a los 5.000 m. Su extensión es de 4.389 km² y la capitalidad o poblado más importante se denomina Khaishi, a orillas del Inguri.
El suelo de Svania es cada vez más fértil a mediada que se desciende al valle del Inguri, pero de una manera general el país de los svanos está muy lejos de ser una región árida, salvaje e ingrata. Salvo la extremidad oriental, Svania tiene bastantes extensiones fértiles, particularmente en la región oeste, donde crece la vid y la vegetación es abundante. Las brisas del mar Negro producen lluvias y humedad, que benefician sobre todo a la numerosa cabaña ovina.
LENGUA
El svano, hablado por unas 40.000 personas, pertenece a la rama meridional de la familia caucásica. Se trata en la actualidad de una lengua ágrafa; para su representación escrita emplea el alfabeto georgiano, lengua ésta con la que guarda una gran similitud. No obstante, resulta habitual en lingüística su transcripción mediante caracteres latinos.
En la República de Georgia, en los distritos de Mestia y Lentekhi de la región de Svaneti, al sur del monte Elbrus, 30.000 habitantes se declaran hablantes de svano, que corresponden al 0,8% de la población total de la república.
La falta casi total de una tradición literaria hace que se halle fragmentada en cuatro dialectos locales (alto bal, bajo bal, lashkn y lentekh). A diferencia del resto de las lenguas pertenecientes a la rama meridional de la familia caucásica, el svano posee un complicado sistema vocálico.
RELIGIÓN
Normalmente se clasifica a los svanos entre las tribus cristianas del Cáucaso, pero más justo sería decir que practican el paganismo, donde se descubren muchos restos de antiguos cultos.
Los sacerdotes formaban una corporación hereditaria, y transmitían su autoridad espiritual de padres a hijos; sin embargo, esta autoridad era bastante limitada. Hubo un tiempo en que los svanos practicaron mucho más que hoy el cristianismo. La mayor parte de las capillas que abundan en el país datan de los siglos XI y XII; su arquitectura es la de los edificios religiosos de Georgia, es decir, románica en su planta y persa en su ornamentación.
HISTORIA
En otro tiempo los svanos constituyeron una nación poderosa, que se ha pretendido identificar con los soani de Estrabón. En el siglo XV el alto valle del Rioni les pertenecía aún.
Hasta bien entrado el siglo XIX practicaron el infanticidio, sobre todo en las niñas; así se contaban en Svania sólo cuatro mujeres por cada cinco hombres.
Los svanos libres vivieron bajo un régimen democrático al mismo tiempo que bárbaro, cuyos elementos, por lo menos los principales, han conservado hasta principios del siglo XX, aunque modificados por la presencia rusa.
CULTURA Y SOCIEDAD
Los svanos se repartían en un gran número de municipios, compuestos a menudo de varias aldeas. Estas aldeas estaban formadas por casas fortificadas, y sus habitantes pertenecían al mismo clan.
El matrimonio estaba estrictamente prohibido entre miembros del mismo clan. La exogamia y el rapto de las mujeres no eran raros entre los svanos. En comparación con las otras tribus caucásicas, las mujeres disfrutaban de bastantes derechos. En ningún caso podía el marido quitar la vida a su cónyuge, ni aún por adulterio; tenía además el derecho de propiedad absoluta sobre su dote y asistía a las asambleas populares.
Para tratar de los asuntos públicos, los svanos tuvieron desde un principio asambleas populares, donde escogían, entre otras autoridades, un anciano. Todas las personas adultas formaban parte de la asamblea; las decisiones debían tomarse por unanimidad, pero ésta no se obtenía fácilmente, ya que los ciudadanos más influyentes comparecían a ella armados, cada uno acompañado de su partido. Las diferencias entre los particulares y los municipios estaban regidas por la ley del talión, extendida en Svania más que en ninguna otra parte del Cáucaso.
La casa svana formaba un bloque cuadrado, compuesto de trozos irregulares de esquisto y cubierto de pizarras. Las ventanas eran pequeños agujeros, situados muy altos y sin ningún cierre.
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